COMERCIO BILATERAL CON LOS PRINCIPALES SOCIOS - II TRIMESTRE 2015



1. BRASIL

El comercio con Brasil se redujo un -15,6% en el segundo trimestre contra mismo período del año pasado, debido al significativo retroceso que experimentaron las exportaciones (-25%) y a la caída de las compras con el país vecino (-6,1%); por lo tanto, el intercambio arrojó un déficit para Argentina de U$S 654 millones y acumuló en el año un saldo negativo de U$S 727 millones.

En el transcurso del período abril-junio, la caída de las exportaciones se explicó principalmente por una contracción (en términos anuales) en las ventas de manufacturas de origen industrial (-27,5%) y en las manufacturas de origen agropecuario (-14,9%). Por su parte, la merma de las importaciones se debió por una disminución en la mayoría de los usos, entre los cuales se destacaron los vehículos automotores de pasajeros (-12,5%) y bienes de consumo (-17%).

Gráfico 14. Comercio bilateral (en millones de dólares) y tipo de cambio y precios (en variaciones porcentuales anuales) entre Argentina y Brasil. Primer semestre 2015.

COMERCIO BRASIL GRAFICO.jpg

(*) Período base enero 2006=100, índice deflactado con IPC-GERES.

Fuente: Elaboración GERES en base a BCRA, INDEC y IBGE.

El Índice del Tipo de Cambio Real Bilateral (ITCRB) –entre Argentina y Brasil- se desplomó en promedio durante el segundo trimestre un -30,6% anual; en otras palabras, los brasileños necesitarán más reales para adquirir productos argentinos.

El menor intercambio se vincula –además de la abrupta caída del ITCRB- al fuerte estancamiento económico en el que transitan ambos países; cabe agregar que la economía brasileña ingresó formalmente en recesión al contraerse un -1,9% durante el segundo trimestre. En particular, las turbulencias cambiarias que aquejan al gigante sudamericano han exacerbado el avance de la inflación –a su nivel más alto desde el 2003. En búsqueda de apaciguar las aguas, el Banco Central de Brasil sumó al recorte del gasto público anunciado a comienzos del año por el gobierno de Rousseff, una suba en la tasa de interés de referencia (SELIC) al máximo en 9 años y un ajuste monetario.

 

2. CHINA

Entre los meses de abril y junio del corriente año la balanza comercial con China fue deficitaria en U$112 millones. Argentina embarcó por un monto que ascendió a U$S 2.629 millones (+5,5%), mientras que las compras al país asiático totalizaron U$S 2.741 millones (+5,8%). Para el primer semestre del año el déficit crece sustancialmente a U$S 2.042 millones.

La expansión de los embarques durante el segundo trimestre se debió a una suba en términos anuales en la colocación de manufacturas de origen industrial (+18,4%). Por su parte, las manufacturas de origen agropecuario y los productos primarios se incrementaron un +14,2% y +10,5%, respectivamente. Por otro lado, el aumento de importaciones se explicó por un crecimiento de bienes de capital (+20,9%) y bienes intermedios (+11,5%).

Gráfico 15. Comercio bilateral (en millones de dólares) y tipo de cambio y precios (en variaciones porcentuales anuales) entre Argentina y China. Primer semestre 2015.

COMERCIO CHINA GRAFICO.jpg

(*) Período base enero 2006=100, índice deflactado con IPC-GERES.

Fuente: Elaboración GERES en base a BCRA, INDEC y National Bureau of Statistics of China.

El Índice del ITCRB –entre Argentina y China- se contrajo en promedio un -10,2% en comparación a igual período del año pasado, como consecuencia de la elevada inflación en nuestro país en comparación al gigante asiático, lo cual implica una caída en la “competitividad cambiaria” de los exportadores argentinos y un abaratamiento de los productos chinos.

Desde el mes de junio se registró una profunda caída en el mercado bursátil del “nuevo socio estratégico” en torno a un -30%. Debido a la complicada situación en el mercado de valores el gobierno chino dispuso una serie de medidas para remozar el escenario; mayor control de capitales y desde el martes 11 de agosto devaluó sorpresivamente el Yuan un +4%. En consecuencia, la caída en el ritmo de crecimiento del PBI podría acentuarse durante el segundo semestre. La desaceleración de la locomotora mundial podría llegar a afectar las materias primas, lo cual supone una amenaza para la economía de la región y de nuestro país.