INFLACIÓN - I TRIMESTRE 2015


1. Aún con el dólar anclado la inflación continúa en muy altos niveles

En el primer trimestre de 2015 la inflación promedió mensualmente un 1,8%, acumulando en consecuencia 5,5 puntos porcentuales.[11] Si este guarismo se compara a lo ocurrido en el lamentable comienzo de 2014 –cuando sólo en el mes de febrero se acumuló un incremento de precios de similar magnitud- se constata una baja importante en el ritmo inflacionario. Como se observa en el gráfico 2, la misma comienza a ser la tendencia en el último trimestre de 2013, en coincidencia con la estabilidad en la valuación de los distintos “dólares”.

Gráfico 2. Inflación minorista, variación mensual y promedio trimestral (%). 10/2011-03/2015.

Fuente: Elaboración GERES en base a DPE San Luis y Ciudad de Buenos Aires, Consultoras Privadas.

No coincidimos no obstante con las valoraciones positivas sobre esto que se ponderan desde el Ministerio de Economía: al margen del temor (en base a la experiencia) que nos generan las perspectivas a futuro de un plan antiinflacionario basado en el “anclaje cambiario”, ocurre que anualmente (marzo-15/marzo-14) se acumularon 28,2 puntos de inflación, manteniéndose nuestra economía en el podio planetario en la materia.

 

2. La inflación de la canasta alimentaria y el poder de compra de bajos ingresos

Para el rubro “Alimentos y bebidas” la variación de precios en marzo respecto al mismo mes del año pasado se computó en 21,6% (4,4% acumulado en el primer trimestre de 2015), considerablemente por debajo del nivel general. GERES utiliza este indicador como deflactor de ingresos de bajo monto significativos en la economía argentina, asumiendo que el costo de la alimentación incide de forma intensa entre sus beneficiarios. La evolución de los mismos es ilustrada en el gráfico 3 considerando distintas bases para su cálculo en términos reales: el haber mínimo jubilatorio está expresado en pesos del año 2001 (cuando su importe era de sólo $150), la AUH en pesos de junio de 2014 (cuando fue la última actualización que la llevó a los $644 que otorga hoy día), y el monto del Plan PROGRESAR en pesos de enero de 2014, cuando se lanzó.

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Gráfico 3. Poder adquisitivo en alimentos y bebidas de la AUH ($ jun-2014), PROGRESAR ($ ene-2014) y del haber mínimo jubilatorio ($ 2001). nov/09-mar/15.

Fuente: Elaboración GERES en base Infoleg, DPE-SL, DGEC-CABA

Se puede apreciar cómo la recomposición de marzo para la jubilación mínima fue importante: si bien no alcanza en términos de poder adquisitivo el punto más elevado de la serie, los 249 pesos (“alimentarios”) de 2001 a los que se arriba proponen, en principio, una reversión del fuerte ajuste realizado durante 2014 (la comparación respecto al mismo mes del año anterior arroja un incremento del 14%, lo que habla tanto de la importancia de este último aumento como de lo ruinoso de aquel 11% concedido en plena devaluación). La AUH y el PROGRESAR, que sin que exista legislación al respecto ajustan por voluntad presidencial (ha sido siempre una vez al año), no habían experimentado aumentos nominales hasta marzo, con lo que se encuentran a este mes en el peor momento de su ciclo (la AUH se ubica un -13,8% por debajo del momento de su último incremento, en junio de 2014, el PROGRESAR un -26% por debajo de su monto inicial). En cuanto al PROGRESAR, a partir de abril se ajustó por encima de la inflación (pasó de $600 a $900). Si prorrateamos a lo largo de un año el hecho negativo de que se permitió que este ingreso se deteriorara durante 15 meses hasta recibir su primera modificación, aún puede afirmarse que arranca su nuevo ciclo con un poder adquisitivo un 6,5% superior al vigente al momento de su lanzamiento. La AUH aún no ha recibido actualización.

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3. La amenaza fantasma: una altísima inflación en dólares

La devaluación de la moneda nacional comienza a acelerarse a partir de octubre de 2013 (en coincidencia con una fecha importante en el calendario político), teniendo un brusco episodio en el primer mes de 2014. De allí en más la tasa de devaluación fue mucho más moderada, alrededor de un 1% al mes hasta marzo de 2015. Al ser muy superior la tasa de inflación minorista, se constata que los precios medidos en dólares en nuestra economía crecieron de forma importante: entre octubre de 2013 y marzo de 2015 el tipo de cambio –oficial, que regula el comercio exterior, los pagos de deuda y la remisión de utilidades permitida- pasó de 5,91 $/U$S a 8,91 $/U$S, un incremento del 49,2%; mientras que los precios crecieron un 54,4%, lo que, como se aprecia en el gráfico 4, no sólo retrotrae el Índice inflacionario en dólares a los niveles previos a la crisis cambiaria de fines de 2013, sino que además lo ubica un 3,4% por encima. Esto, por supuesto, tiene trascendencia dado que genera una tendencia en contra de las exportaciones –especialmente las de productos manufacturados industriales- que recorta el saldo del comercio exterior en momentos en que el balance de pagos se halla “estrangulado”.

Gráfico 4. Inflación en dólares (Índice GERES, enero 2011 = 100). Ene/11-mar/15.

Fuente: Elaboración GERES en base a BCRA, DPEs San Luis y C.A.B.A., LaNacionData

[11] A partir de la intervención del INDEC en enero de 2007 se considera el promedio del IPC de San Luis (para todo el período 2007-2015), el IPC de la provincia de Santa Fe (para el lapso 2007-julio 2011), el IPC de la C.A.B.A. (desde setiembre de 2012) y el promedio de consultoras privadas.