INFLACIÓN - III TRIMESTRE 2016



1.    Todo sigue igual de bien

Finalizado el tercer trimestre, no queda margen para que la inflación no acumule mucho menos de 40 puntos en el año (en el período enero/septiembre el IPC se incrementó un 31%), lo que ubica a 2016 en un lugar alto en el podio de la competencia para la última etapa histórica;[6] cosa especialmente grave al ponderar la recesión que lo caracterizó. Sin embargo, el dato “punta a punta” de 2016 enmascara uno peor, que es el que incorpora al primer mes de Cambiemos en el poder, el diciembre de la devaluación. De momento, del gráfico 3 se desprende que el índice de precios al consumidor acumula una suba interanual (sep16/sep15) del 43,2%.[7]

 

Gráfico 3. Inflación minorista, variación mensual y acumulada en 12 meses (%). 12/2012-09/2016.

Fuente: elaboración GERES en base a DPE San Luis y Ciudad de Buenos Aires, Consultoras Privadas.

 

En lo que toca específicamente al tercer trimestre del año, julio/septiembre marca un descenso acusado de la inflación: acumula “sólo” un 4,2% (dato igual al del mes de mayo, por ejemplo), influida por la relativa estabilidad del tipo de cambio y, por sobre todo, por la marcha atrás de los tarifazos en gas y electricidad obligados por la Corte Suprema durante agosto.

 

2.    La inflación de la canasta alimentaria y el poder de compra de bajos ingresos

En un trimestre impactado por la reversión de tarifas, los precios de los alimentos vuelven a superar en su carrera al nivel general.[8] En el III trimestre crecieron un 6%, acumulando –a septiembre de 2016- un 36,3% respecto de noviembre de 2015, y un 40,6% contra septiembre del año anterior. Obviamente que el rubro está particularmente influido por el combo devaluación/rebaja de retenciones, que impacta fuertemente en panificados y carnes. Factores que por supuesto operan sobre una cadena de valor desquiciada, que lleva –reiteramos el concepto– a que en Buenos Aires se comercialice el pan más caro del mundo.

GERES utiliza aquella variable como deflactora de ingresos de baja cuantía muy difundidos en la economía argentina, asumiendo que el costo de la alimentación incide de forma intensa entre sus perceptores. La evolución de los mismos es ilustrada en el gráfico 4 considerando distintas bases para su cálculo en términos reales: el haber mínimo jubilatorio está expresado en pesos del año 2001 (en aquellos tiempos su importe era de 150 pesos), la AUH en pesos de septiembre de 2016 –fecha de la más reciente actualización, que la llevó a $1.103-, y el monto del Plan PROGRESAR en pesos de enero de 2014, cuando se lanzó.

 

Gráfico 4. Poder adquisitivo en alimentos y bebidas de la AUH ($ sep/16), PROGRESAR ($ ene/14) y del haber mínimo jubilatorio ($ 2001). dic/12-sep/16.

Fuente: Elaboración GERES en base Infoleg, DPE-SL, DGEC-CABA

 

Se destaca el abandono al que fue sometido el plan PROGRESAR, que a la fecha está en términos nominales por debajo de la AUH ($900), siendo que al momento de su lanzamiento era un 30% mayor. El último dato (septiembre de 2016) lo ubica representando un poder de compra un -29% menor que en su origen y un -35% respecto de su última actualización (abril de 2015. A diferencia de este Programa, la jubilación mínima y la AUH (más recientemente) tienen un dispositivo legal de actualización periódica. El mismo, sin embargo, no conjuró la política de ajuste de ingresos de las clases populares del macrismo: trimestre contra trimestre, la caída en poder adquisitivo “alimentario” de ambas prestaciones baja de manera significativa (-14,5% la AUH, -7,7% el haber jubilatorio).

 

3.    El nivel de precios en dólares de la Argentina

Durante 2015 el valor del tipo de cambio se movió muy por debajo de la inflación doméstica, con la consiguiente elevación del nivel de los precios en la argentina medidos en dólares estadounidenses. Diciembre de 2015 reiteró (incrementado) el volantazo de comienzos de 2014, vía devaluación de la moneda nacional. El indicador (gráfico5) va a tocar fondo en febrero –máximo valor para el tipo de cambio en lo que va del año- para a partir de allí comenzar un agudo sendero de apreciación, en virtud de la abultada tasa de inflación y de los vaivenes de la cotización del dólar en torno a los 15$.

 

Gráfico 5. Inflación en dólares (Índice GERES, enero 2012 = 100). Ene/12-sep/16.

Fuente: Elaboración GERES, en base a BCRA, DPEs San Luis y C.A.B.A., LaNacionData

[6] A partir de la intervención del INDEC en enero de 2007 se considera el promedio del IPC de San Luis (para todo el período 2007-2016), el IPC de la provincia de Santa Fe (para el lapso 2007-julio 2011), el IPC de la C.A.B.A. (desde setiembre de 2012) y el promedio de consultoras privadas.

[7] “"La inflación ha sido el mayor éxito que hemos tenido”. Mauricio Macri, 01/12/2016. Menos mal.

[8] GERES utiliza –desde 2007- el promedio de la variación del nivel del componente “alimentos y bebidas” que encuestan las Direcciones de Estadística de San Luis y de la C.A.B.A.