INFLACIÓN - IV TRIMESTRE 2014



1. 2014: una inflación casi tan alta como la registrada en 2002

El año 2014 cierra con una inflación acumulada del 38,5%; de acuerdo al cálculo que GERES establece recurriendo a las fuentes existentes que permiten remedar la falta del “dato INDEC” desde el momento en que el gobierno decidiera fabular las estadísticas públicas.[9] El dato quedó decisivamente influido por la traslación a precios de la devaluación del primer trimestre del año pasado; siendo, por cierto, que el proceso inflacionario era ya agudo con anterioridad (gráfico 2). Por otra parte, con posterioridad a aquel ajuste y con el dólar relativamente estable, la inflación mensual fue descendiendo, retornando en el último trimestre al ritmo previo al proceso devaluatorio iniciado tras las elecciones de medio término de 2013 (1,7% en promedio al mes, similar a la media octubre 2011/octubre 2013). El aumento es apenas inferior al alza de precios que se registró en 2002 (41%), cuando colapsó el Plan de Convertibilidad.

Gráfico 2. Inflación minorista, variación mensual y promedio trimestral (%). 10/2011-12/2014.

Fuente: Elaboración GERES en base a DPE San Luis y Ciudad de Buenos Aires, IPC “Congreso”.

 

2. La inflación de la canasta alimentaria y el poder de compra de bajos ingresos

Según GERES, el rubro “alimentos y bebidas” se incrementó en el año en un 34,1%,[10] algunos puntos por debajo del nivel de inflación general (contribuyendo a este resultado fundamentalmente la baja internacional del precio de las commodities agrícolas: el trigo, una de las bases de la alimentación nacional, era adquirido por la industria a $1.580 la tonelada en diciembre de 2013 y a sólo 1.540 $/tn en diciembre del ’14, esto es, más barato medido en pesos pese a una devaluación de más del 30% en ese período). GERES utiliza este índice como deflactor de ingresos bajos (la jubilación mínima, la AUH, el estipendio del plan PROGRESAR), asumiendo que para el grueso de los perceptores de los mismos el gasto en alimentación constituye un rubro particularmente dominante. El gráfico 3 expone en términos reales estos distintos ingresos de la siguiente forma: 1) mide el poder adquisitivo del haber mínimo jubilatorio considerando pesos del año 2001 (léase en el gráfico, los 3.232 pesos corrientes vigentes a dic-2014 son 220 pesos de 2001 al deflactarse por el índice GERES/alimentos); 2) mide el valor real de la AUH en pesos de junio de 2014, momento de la última actualización que la llevó a $644; 3) mide el poder adquisitivo del PROGRESAR en pesos de enero de 2014, que es cuando fue creada.

Gráfico 3. Poder adquisitivo en alimentos y bebidas de la AUH ($ jun-2014), PROGRESAR ($ ene-2014) y del haber mínimo jubilatorio ($ 2001). nov/09-dic/14.

Fuente: Elaboración GERES en base a Infoleg, DPE San Luis y DGEC-CABA.

Cerrado 2014 puede redondearse el hachazo que sufrió el haber mínimo jubilatorio, uno de los ingresos reales que más retrocedió en el año: la caída es del -8,2% (el promedio de 2013 fue de $2001 234 y el de 2014 de $2001 215). La parte principal de esta licuación se produjo vía el mísero[11] incremento nominal de marzo (cuando tras el violento primer bimestre se concedió una suba del 11%). En el último trimestre de 2014 las jubilaciones se encontraban “sólo” un 5% por debajo que igual trimestre del año anterior. La AUH tuvo en 2014 un incremento nominal mayor, lo que se tradujo en que su retroceso en poder adquisitivo fuera leve, del -1,7%: en 2014 promedió 560 $jun’14 contra 570 $jun’14 en 2013. La causa principal de esta evolución radica en que el incremento más fuerte que tuvo la AUH fue el de 2013, y no el de 40% -nominalmente bastante mayor- de 2014. Finalmente, el monto otorgado por el plan PROGRESAR, que todavía no ha recibido ninguna actualización, continúa en caída libre en cuanto a su valor real. A diciembre de 2014 el valor real del mismo había caído de 600 a 463 pesos (constantes de enero de ese año, cuando fuera lanzado), lo que implica una baja acumulada del 23%. El anuncio presidencial del 12/03/2014 (que la eleva a $900 desde abril) la recompondrá con alguna ganancia de poder adquisitivo.

 

3. La temida “inflación en dólares” sube

En materia de precios, el programa de ajuste ortodoxo del balance de pagos implementado por el gobierno a comienzos de 2014 logró el (implícito) objetivo de disminuir el valor en dólares del salario –y otros ingresos populares-; pero no el más ambicioso de bajar el costo del conjunto de los bienes y servicios internos medidos en moneda internacional. El dólar –oficial, que regula el comercio exterior, los pagos de deuda y la remisión de utilidades permitida- cerró a $ 6,52 el 31/12/2013 y a $ 8,55 el 31/12/2014; incremento (31,1%) menor al del IPC, con lo que la inflación medida en dólares acumulada en el año calendario fue del 5,6%. No obstante esto, sólo está un 1,1% por encima del nivel vigente en el mes de octubre de 2013, momento a partir del cual la depreciación del peso se acelera vía mini-devaluaciones. Mientras tanto, en el país de origen de la principal divisa, el Índice de Precios al Consumidor acumuló un crecimiento de sólo el 0,66% en 2014.

Gráfico 4. Inflación en dólares (Índice GERES, enero 2011 = 100). Ene/11-dic/14.

Fuente: Elaboración GERES en base a BCRA, DPEs San Luis y CABA, LaNaciónData.

[10] GERES utiliza el promedio de la variación del nivel del componente “alimentos y bebidas” que encuestan las Direcciones de Estadística de San Luis y de la C.A.B.A.

[11] “Mísero: adj. De pequeño valor”. Real Academia Española.