INFLACIÓN - IV TRIMESTRE 2015


1. “A los botes”: el cuarto trimestre de 2015. Desbarranque y megadevaluación

 

El último trimestre del año estuvo políticamente marcado por las sucesivas rondas electorales y la asunción de las nuevas autoridades. Los candidatos de las dos opciones que rápidamente se perfilaron como favoritas no dejaban lugar a duda alguna sobre la hoja de ruta devaluatoria que planeaban llevar adelante: Macri proponía el pronto (o inmediato) desensamble del control de cambios mientras que Daniel Scioli garantizaba la vigencia del “9,50 a 1” de Kicillof hasta… enero de 2016 (Infobae, 07/11/2015). Sumando a esto el manejo monetario y fiscal se configuró un escenario propicio para que el proceso inflacionario escale, estallando brutalmente tras concretarse la megadevaluación de mediados de diciembre.

 

Gráfico 3. Inflación, variación mensual y acumulada en 12 meses (%). 10/2011-01/2016.

Fuente: Elaboración GERES en base a DPE San Luis y Ciudad de Buenos Aires, Consultoras Privadas.

 

La inflación minorista acumuló un 9,3% en el IV-2015, disparándose desde uno de los puntos más bajos (1,5% en septiembre, objetivamente muy elevada, de todos modos) producidos por el doble anclaje de 2015 (tipo de cambio y tarifas de servicios públicos) al desastroso 4,7% de diciembre.[8] Enero se caracterizó por otro dato calamitoso: 4,0%. Conociéndose además en este tramo que se levantaría asimismo el segundo “ancla” –las tarifas de luz se quintuplicarán en el AMBA y se prometen subas también mayúsculas en las de gas-[9] y que el dólar ha continuado escalando, el objetivo de moderar la inflación minorista por debajo del 40% (11/2016-11/2015) suena más a fantasía voluntarista que a diagnóstico serio sobre la situación económica.

 

 

2. La inflación de la canasta alimentaria y el poder de compra de bajos ingresos

 

La escalada de los precios afectó de forma particularmente intensa al capítulo “alimentos y bebidas”.[10] La canasta alimentaria subió un 11% en el IV trimestre, en su mayor parte producto de la devaluación de diciembre (el dato de ese mes es 7,65%). El dato de enero de 2016 es asimismo deprimente: 3,2%.[11] GERES utiliza este indicador como deflactor de ingresos de bajo monto difundidos en la economía argentina, asumiendo que el costo de la alimentación incide de forma intensa entre sus beneficiarios. La evolución de los mismos es ilustrada en el gráfico 4 considerando distintas bases para su cálculo en términos reales: el haber mínimo jubilatorio está expresado en pesos del año 2001 (en aquellos tiempos su importe era de 150 pesos), la AUH en pesos de junio de 2015 (cuando fue la última actualización que la llevó a los $837 que otorga hoy día), y el monto del Plan PROGRESAR en pesos de enero de 2014, cuando se lanzó.

 

Gráfico 4. Poder adquisitivo en alimentos y bebidas de la AUH ($ jun 2014), PROGRESAR ($ enero 2014) y del haber mínimo jubilatorio ($ 2001). dic/11-ene/16.

Fuente: Elaboración GERES en base a Infoleg, DPE-SL, DGEC-CABA

En el período octubre-enero la jubilación mínima estaría cediendo un -13,5% de su poder adquisitivo; esta inusitada destrucción no la lleva al mínimo de la serie sólo porque la recomposición de 2015 había sido relativamente alta. Como en este período no se produjeron actualizaciones, los otros ingresos registraron idénticas bajas, quedando la AUH y el PROGRESAR recortadas en términos reales un -9,6% y un -12,4% respectivamente en comparación con sus montos originales.[12] La AUH ajustará con la polinómica jubilatoria en marzo, en tanto que el plan PROGRESAR no tiene de momento sancionada su recomposición automática por el Congreso.

 

3. El nivel de precios en dólares

La megadevaluación del gobierno de Macri se expresó en el notable del nivel de precios minoristas medido en dólares. En octubre de 2015 el indicador había llegado a su máximo; a enero de 2016 el alza del dólar lo deposita en un valor similar al que registró tras la devaluación de Fábrega y Kicillof de enero de 2014, que a su vez era similar al que regía a comienzos de 2011 (momento de instauración del “cepo”)

 

Gráfico 5. Inflación en dólares (Índice GERES, enero 2011 = 100). Ene/11-Ene/16.

Fuente: Elaboración GERES en base a BCRA y cómputo de inflación.

[8] A partir de la intervención del INDEC en enero de 2007 se considera el promedio del IPC de San Luis (para todo el período 2007-2015), el IPC de la provincia de Santa Fe (para el lapso 2007-julio 2011), el IPC de la C.A.B.A. (desde setiembre de 2012) y el promedio de consultoras privadas.

[9] En la metodología del viejo IPC-GBA, luz y gas hogareños explicaban 3,6 puntos del índice. Subas del, digamos, 350% en luz (porcentaje provisoriamente bajo a la espera de computar cuantos beneficiarios de la “tarifa social” se registrarán efectivamente) y del 250% en el gas sumarían 10 puntos a la inflación anual. Esto sin considerar el encarecimiento general de la producción que suponen y otros incrementos a anunciarse (“sincerarse”). Fundamentalmente, el transporte de pasajeros (que se corresponde con el 6,4% del IPC-GBA).

[10] GERES utiliza el promedio de la variación del nivel del componente “alimentos y bebidas” que encuestan las Direcciones de Estadística de San Luis y de la C.A.B.A.

[11] "Estuve el sábado en el supermercado constatando algunos de estos precios. Hemos visto el precio del asado a 140 pesos. Nos parece excesivo ese precio”. Alfonso de Part Gay, Ministro de Economía de la Nación (02/02/2016).

[12] No incluimos, por su carácter excepcional, el adicional de 400 pesos que recibieron los perceptores de AUH y jubilación mínima en diciembre. Por lo demás, considerando la conversión que postulara el Ministro de Hacienda y Finanzas (en la que $200 equivalen a dos pizzas, 31/12/2015) estamos hablando de solamente 4 pizzas para todo un año -1 cada 13 fines de semana- con lo que el análisis de poder de compra no sufre ninguna distorsión severa.