MERCADO LABORAL: OCUPACIÓN Y SALARIOS - II TRIMESTRE 2015



1. Pobre evolución del salario real

El salario real se arrastra desde el ajuste que sufriera –vía inflación- durante 2014.[12] En efecto, la consecución de la meta propuesta y gestionada por los Ministerios de Economía y Trabajo (el grueso de los aumentos en paritarias durante 2015 estuvo torno al 27-28%, techo que sólo quebraron los sectores de trabajadores que llevaron adelante luchas hercúleas) evita que el poder de compra del sueldo recupere el nivel al que había llegado en 2012/2013 (gráfico 6). En su comparación con el mismo trimestre del año pasado la variación es nula, lo que implica un recorte del 7,6% respecto del valor en 2013, antes del desplome.[13] Todo esto, por cierto, no considera el impacto del ya anárquico impuesto a las ganancias a las personas físicas (4ta categoría –ver sección Sector Público).

Gráfico 6. Evolución del salario real y del salario medido en dólares (empleados registrados en sector privado). Mensual (01/12=100), ene/12-jun/15

Fuente: Elaboración GERES en base a INDEC, BCRA, sección "inflación" del presente informe.

El gráfico 6 muestra, por otra parte, un más que importante aumento del salario medido en dólares a lo largo del año (hay un 13,3% de aumento entre los segundos trimestres 2014/15). Lógica contracara de la estabilización del tipo de cambio, puede estimarse que en julio de 2015 había recuperado el valor que mostraba en el mismo mes de 2013 (en junio-15, último dato, se encontraba un 1,7% abajo).

En cuanto al salario en el sector público, el segundo trimestre lo encuentra en un nivel de poder adquisitivo un 1,6% por encima del mismo período del año anterior; lejos, sin embargo, de retornar a sus niveles pre-ajuste (en II-2013 el salario estaba un 10,6% por encima del valor actual).

Gráfico 7. Salario real de los empleados de la Administración Pública Nacional (no fuerzas armadas). 12/2001=100. Ene-2012/jun-2015.

Fuente: Elaboración GERES en base a Decretos 799/10, 836/11, 923/12, 687/13 y 811/14 y sección "inflación" del presente informe

 

2. Desempleo: parece que “acá el que no trabaja es porque no quiere”

El INDEC publicó su informe sobre el mercado laboral correspondiente al segundo trimestre de 2015. La información proviene de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), uno de los sectores más temprana y fuertemente intervenido desde tiempos de Guillermo Moreno al comando de la Secretaría de Comercio interior. En el mismo se afirma que el desempleo ha descendido de forma considerable (comparando segundos trimestres, baja del 7,5% de la PEA al 6,6% -uno de los valores más pequeños de los últimos 25 años). Se registra asimismo una leve merma en el subempleo (del 9,4% al 9,1%) producto de la declinación de su variedad demandante (6,8% a 6,3%).

Sin embargo –y venimos sosteniendo esto a lo largo de los últimos informes- desde GERES nos manifestamos escépticos sobre esta información, ya que descreemos del comportamiento que informa el INDEC de la llamada “Tasa de actividad” (el cociente entre la cantidad de personas que trabajan o buscan hacerlo y la población total) desde el año 2013. La misma continúa en baja, y en esta medición (44,5%) vuelve a batir su récord, descendiendo al menor nivel desde que comenzó la serie de EPH continua en 2003. ¿Cuál es la explicación al hecho reportado de que menos argentinos busquen trabajo? Obviamente que hay que descartar la célebre idea de que un alto salario está retrayendo la oferta de trabajadores (como se vio en el punto previo, la coyuntura implica sueldos más bajos que hace unos años). Tampoco parece sensato el planteo de que alguno de los subsidios estatales (AUH, PROGRESAR) esté desincentivando el empleo,[14] dado que lo reducido de sus montos hace imposible semejante sustitución “ocio/trabajo”. El investigador Javier Lindemboim propone (La Nación, 08/03/2015, p. 10), sin aceptar la veracidad de los datos informados, que esta retracción en todo caso debiera encuadrarse dentro del concepto de “desalentados”, personas que no buscan trabajo dado que luego de un período de hacerlo infructuosamente abandonan ante la falta de perspectivas. Una explicación más sencilla sería que en las bases de datos se cambia el tilde de “buscó trabajo/no buscó”, económico procedimiento mediante el cual –como por arte de magia- un desocupado figuraría como inactivo.

Supongamos a título de ejercicio hipotético que la tasa de actividad en este trimestre hubiese sido la vigente en el mismo trimestre de 2013 (antes de que comenzara a comportarse de forma tan sospechosa). La población de referencia de la EPH de este cuatrimestre es de 26.814.000 personas, de las cuales las inactivas se afirma son 14.894.000; con lo que la PEA –sobre la cual se calcula el porcentaje de desocupados- es de 11.920.000 individuos. De éstos estaban ocupados 11.137.000, y por ende desocupados 783.000. Ahora bien, si en lugar de la tasa de actividad informada tomamos la correspondiente al segundo cuatrimestre de 2013 (45,7%) la PEA se computaría en 12.254.000, con lo que los desocupados (calculados como diferencia entre la PEA recalculada y los ocupados contabilizados) ascenderían a 1.117.000. Esto implicaría una desocupación del 9,1% y no del 6,6%.[15] Un cálculo similar realizado en el segundo trimestre de 2014 había arrojado un 9,4% (ver GERES, año 2, n° 5), con lo que la mejora sería tanto en términos absolutos como relativos mucho menor.

El gráfico 8 aporta evidencia sobre la situación de estancamiento del mercado de trabajo –correspondiente con el nivel de actividad en general- que nos convence de este tipo de razonamientos; si bien desgraciadamente la información tiene un trimestre de retraso. De acuerdo a la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL-Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social), el total de empleados no aumenta en nada en el primer trimestre de 2015 en comparación con el mismo período del año previo, acaso disminuye en alguna pequeña fracción. Pero, según INDEC, este pobre dinamismo del mercado laboral es un aspecto secundario del fenómeno: cuantitativamente hablando lo fundamental es que es mayor la proporción de argentinos que voluntariamente deciden no buscar trabajo.

style='font-size:11.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>Gráfico 8. Cantidad de empleados (2001=100), según actividad. Primeros trimestres, 2014-2015.

Fuente: Elaboración GERES en base a EIL

 

 

3. La tasa de argentinos desesperados por el desempleo

>La tasa de argentinos desesperados por el desempleo es una medición de GERES que intenta cuantificar la masa de personas en la que se expresan los más graves efectos de la existencia del desempleo: los desempleados puros (contabilizados como lo hace el INDEC, son quienes no han trabajado siquiera una hora por semana), los infraocupados (personas que sólo trabajan 12 horas a la semana queriendo trabajar más, lo que supone reducir a la tercera parte la carga horaria que define a los “subocupados” de la medición oficial), los ocupados “carne de cañón” (ocupados que trabajan más de 30 horas a la semana por un sueldo ínfimo –menos de $2.414 a diciembre de 2014-, que se supone aquí que aceptan este tipo de posiciones en el mercado laboral por encontrarse como alternativa el desempleo pleno) y los desocupados “desalentados” (quienes luego de intentar infructuosamente obtener empleo abandonan momentáneamente la búsqueda). Para este último contingente se computan dos versiones, siendo los “A” los inactivos que afirman no buscar empleo porque “se cansaron de buscar” o “hay poco trabajo en esta época” (dos opciones del cuestionario de la EPH) y los “B” los que no buscaron en el período de referencia pero sí lo hicieron en algún momento de los últimos 12 meses.

En este informe GERES no contamos con información posterior al último trimestre de 2014, dado que INDEC no ha publicado aún ninguna base de datos EPH correspondiente a 2015, con lo que nos limitamos a reiterar lo apuntado en nuestro anterior escrito.

El gráfico 9 expone la evolución de las tasas (en sus versiones “A” y “B” dependiendo de cómo se computen los “desalentados”) para los cuartos trimestres de los últimos años.

 

Gráfico 9. Tasas de argentinos desesperados por

el desempleo (TADD), cuartos trimestres, 2011-2014.

Fuente: Elaboración GERES en base a microdatos de EPH-INDEC

 

Cuadro de texto: La TADD en las Jornadas de Economía Crítica

Del 3 al 5 de septiembre se realizarán en Río Cuarto las VII JEC. GERES participa de las mismas presentando un trabajo en el que se ha realizado una apertura regional de la TADD. El mismo está disponible en la página web de GERES y en las actas del Congreso
Por una parte, se constata cerrando 2014 un agravamiento de la situación: la tasa considerando los desalentados “A” sube 1,7 puntos porcentuales y la con el criterio “B” 1,9 p.p.; es decir, ambas se incrementan en alrededor de un 11% respecto de igual trimestre de 2013. Hacia dentro de la población implicada, el empeoramiento del cuadro se debe en parte a cierto aumento del desempleo abierto pero más fundamentalmente al crecimiento del número de los ocupados “carne de cañón” (cosa tristemente esperable dado el recalentamiento de la inflación en el período). No obstante esto, el hecho más destacado (al margen de subas o bajas interanuales de algunos puntos) es la relativa estabilidad de las tasas a lo largo de los últimos 4 años, lo que denota un problema estructural sobre el que no se ha avanzado nada. De hecho, ¿qué tanto se habrá agravado realmente en el contexto estanflacionario?

Ya hemos señalado las inconsistencias en la variable “desempleo”; ahora sumamos una más: la inverosimilitud de los datos referidos a los ingresos de la población en trabajos precarios (entre los que se cuentan la enorme mayoría de los ocupados “carne de cañón”). Comparando diciembre 2014 contra mismo mes de 2013, se observa que los salarios de los empleados “en negro” habrían crecido un 40% según INDEC, 7 p.p. más que los acuerdos sindicales promedio. Mayor desempleo e ingresos informales más bajos que lo que asevera el INDEC se traducirían en un desempeño aún peor de la tasa de argentinos desesperados por el desempleo.

[12] Se consideran los empleos “en blanco” del sector privado, dado que en nuestra opinión el cómputo de INDEC sobre haberes de empleados informales y públicos no es muy riguroso.

[13] Precisando esta información, debe acotarse las paritarias de 2015 se demoraron, y el impulso fuerte de aumento nominal que significa la primera cuota acordada se manifestó principalmente en el mes de junio y no en mayo, como fuera históricamente. De esta forma, junio 2015 sí está por encima de junio 2014 (un 1,8%), y es de prever que el III-2015 esté algunos puntos por encima que el III-2014.

[14] Afirman esto Nuria Susmel y Juan Luis Bour, economistas de FIEL (La Nación, 19/08/2015). También es una línea argumental de Sebastian Premici en Página/12 (19/08/2015), quien postula que “…el hecho de que más de 700.000 jóvenes de entre 18 y 24 años hayan ingresado en el programa Progresar, lo que pudo haber generado un posible retardo en el ingreso al mercado laboral”. Aparte de lo módico del ingreso del PROGRESAR, hacemos notar que la sospechosa disminución de la tasa de actividad es previa a su lanzamiento.

[15] La tasa de actividad considerada es la del II-2013 en su versión corregida por el Censo 2010. De considerar su alternativa no corregida (46,5%) o la del II-2012 (46,2%), la tasa de desempleo recalculada supera el 10%.