MERCADO LABORAL: OCUPACIÓN Y SALARIOS - III TRIMESTRE 2014


1. La crisis y el deterioro del mercado de trabajo

El INDEC dio a conocer los datos del mercado laboral. Se observa un deterioro de éste en 2014, consecuencia de la agudización de la recesión económica que experimenta actualmente el país. El cuadro 6 ilustra el comportamiento de las variables principales.

Cuadro 6. Tasas oficiales (INDEC) de empleo, desempleo y subempleo. Terceros trimestres. 2011-2014.

Fuente: Elaboración GERES en base a INDEC

Interanualmente el desempleo aparece elevándose del 6,8 al 7,5% de la PEA, el subempleo del 8,9 al 9,2, mientras que la tasa de empleo –cuyo comportamiento es el que mejor expresa este tramo de la historia económica argentina, “de largo estancamiento” sostenemos desde GERES- continúa en caída, ubicándose en el mínimo valor de la serie (EPH continua) para períodos con desempleo de un dígito. Si este retroceso en el nivel de empleo no se traduce en un incremento más notable en la tasa de desempleo abierto es sólo por el sospechoso comportamiento de la tasa de actividad, que continúa su tendencia declinante sin que le queden ya records por batir (situándose en el 44,7% es la menor de la serie para cualquier trimestre de cualquier año). Como hemos venido advirtiendo en informes anteriores, este comportamiento raro no aparece respaldado por ninguna explicación racional: estamos en un momento de baja del salario real, con lo que no resulta posible pensar en el mítico segmento de la curva de oferta de trabajo en el que ésta “se vuelve hacia atrás” a mayor remuneración; los $600 del plan PROGRESAR –bastante desvalorizados considerando la inflación acumulada en el año- constituyen un monto a todas luces insuficiente como para creer que están cambiando a escala social el tradeoff entre estudio a tiempo completo y participación en el mercado laboral. Siendo así sólo queda pensar en el “factor desaliento” (gente que se resigna ante reiterados fracasos en su intento de trabajar y abandona la búsqueda activa), pero es notable en este punto que los “desalentados” que son captados mediante preguntas del cuestionario EPH no crecen de forma significativa, lo que refuerza en la opinión de GERES la idea de que los prohombres del sistema estadístico oficial están tocando un poco la cosa para mostrar una tasa de desempleo inferior a la real.

A este respecto, procedemos a realizar el experimento de recalcular la tasa de desocupación considerando que estuviese vigente la misma tasa de actividad que la verificada en el tercer trimestre de 2013, del 45,3%.[15] Si este fuera el caso, como la población considerada por la EPH en el III-2014 es de 26.610.000 personas, la PEA estaría compuesta por 12.054.330 individuos, y no por solamente 11.897.000 como surge del comunicado de INDEC. Así, si los ocupados se contabilizan en 11.002.000 como se informa, la masa complementaria de desocupados ascendería a 1.052.330 (y no a 895.000 como afirma el informe oficial). El cociente entre estas cantidades recalculadas (desocupados y PEA) implicaría una tasa de desocupación del 8,7% para el III-2014.

2. Destrucción de puestos de trabajo

Varios funcionarios del gobierno exponen una lectura incorrecta de los informes sobre el mercado laboral, que se puede resumir en que en esta crisis “si bien el empleo está estancado, no se han perdido puestos de trabajo”.[16] Lo incorrecto está en que se compara el número total de ocupados que se contabilizó el año anterior con el presente, ocultando el hecho determinante de que se realizó este año una actualización de la representatividad de la EPH mediante la inclusión de las nuevas proyecciones poblacionales que surgen del Censo de 2010. Estas proyecciones corrigieron hacia arriba la población de referencia, con lo que el número absoluto de ocupados contabilizados en ambos años no es directamente comparable. Efectuar dicha comparación es particularmente erróneo al considerar que el INDEC publica en el mismo comunicado una corrección hacia atrás, actualizando para 2013 la población de referencia (ver nota al pie). En base a estos datos se puede construir el cuadro 7, que expone las dos comparaciones

Cuadro 7. Total de ocupados, considerando los datos del tercer trimestre de 2013 corregidos o no según el Censo poblacional 2010. 2013-2014.

Fuente: Elaboración GERES en base al Informe sobre Mercado de Trabajo, principales indicadores, resultados del tercer trimestre de 2014. INDEC.

 

Como se puede apreciar, al considerar la población de referencia obsoleta de la EPH para 2013, la cantidad de empleados era en aquel año alrededor de 10.986.000, con lo que al compararse con el presente (11.002.000 ocupados), se verificaría un leve incremento de 16.000 personas. En cambio, al considerar –y esto es lo que corresponde- el recálculo para 2013 del total de ocupados en base a una población estimada de la misma forma que la del 2014, se encuentra que los ocupados eran legítimamente computables el año pasado en 11.139.000 (y no 10.986.000), con lo que los 11.002.000 del presente implican una baja de -137.000 personas. Finalmente, si atendemos al hecho de que para el total nacional estos números deben ser ampliados ya que la EPH sólo muestrea una población de 26,6 millones de argentinos, llegamos a la conclusión de que el total de ocupados descendió en -193.000 personas. Esto no incluye lo ocurrido en las zonas no urbanas.

 

3. La tasa de argentinos desesperados por el desempleo

Al cierre de esta edición de informe de coyuntura GERES está disponible la base de datos EPH correspondiente al segundo trimestre de 2014, con lo que es posible el cómputo hasta ese momento de los argentinos desesperados por el desempleo. Esta medición de GERES intenta cuantificar la masa de argentinos en los que se expresan los más graves efectos de la existencia del desempleo: Los desempleados puros (contabilizados como lo hace el INDEC, son quienes no han trabajado siquiera una hora en la semana de referencia de la encuesta), los infraocupados (personas que sólo trabajan 12 horas a la semana queriendo trabajar más, lo que supone reducir a la tercera parte la carga horaria que define a los “subocupados” de la medición oficial), los ocupados “carne de cañón” (ocupados que trabajan más de 30 horas a la semana por un sueldo ínfimo –menos de $2.122-, que se supone aquí que toman este tipo de posiciones en el mercado laboral por encontrarse como alternativa el desempleo pleno- y los desocupados “desalentados”. Estos se computan en dos versiones, siendo los “A” los inactivos que afirman no buscar empleo porque “se cansaron de buscar” o “hay poco trabajo en esta época” (dos opciones del cuestionario de la EPH) y los “B” los que no buscaron en el período de referencia pero sí lo hicieron en algún momento de los últimos 12 meses. El gráfico 4 expone la evolución de estas tasas durante los últimos años.

Gráfico 4. Tasas de argentinos desesperados por el desempleo, segundos trimestres, 2011-2014.

Fuente: Elaboración GERES en base a tabulados EPH-INDEC

El cociente entre este conjunto de personas y la PEA da un salto en 2014, llegando a casi el 20% al considerar su versión “B”. Se produjo asimismo un cambio en su composición: aumenta la participación en el total de los “ocupados carne de cañón”, fenómeno atribuible a la aceleración del proceso inflacionario que trajo la devaluación de comienzos de 2014, que convirtió las actividades de un porcentaje mayor de argentinos en “ocupaciones carne de cañón”.

 

4. Los salarios pierden contra la inflación

En la sección correspondiente hemos expuesto nuestro cómputo sobre el proceso inflacionario. Aquí lo empleamos como insumo para observar la evolución del salario real, que se ilustra en el gráfico 5 junto con la medición de los sueldos en dólares (oficiales).

Gráfico 5. Evolución del salario real y del salario medido en dólares (empleados registrados en sector privado). Mensual (01/12=100), ene/12-sep/14

Fuente: Elaboración GERES en base a INDEC, BCRA, sección "inflación" del presente informe.

Comparando el nivel promedio de los respectivos terceros trimestres, 2014 ofrece un salario real un -7,1% por debajo que 2013. El cálculo es casi idéntico considerando el nivel promedio de los primeros 9 meses. El cómputo es para los haberes de los empleados “en blanco” del sector privado de la economía, dado que GERES entiende que las estimaciones que hace el INDEC de los sueldos en el sector público y el informal son menos rigurosos. Tomando como indicador de lo ocurrido en el sector público a la paritaria de los estatales nacionales (28%), se sobreentiende que para ese grupo el deterioro del poder adquisitivo fue más intenso. La medición en dólares del salario promedio arroja una baja mayor: -10,6% interanual (dato trimestral, considerando los primeros 9 meses la baja es del -15%), aunque por cierto en crecimiento habida cuenta de que el proceso devaluatorio posterior a enero fue más moderado (el dólar pasó de 8 a 8,5 de febrero a septiembre).

 

[15] Nota metodológica: aquí se consideran las tasas que surgen del empalme con la actualización que tiene la representatividad de la EPH al incorporarse la información procedente del Censo de 2010 (pp. 42 a 44 del informe de prensa). De esta forma se eliminan los efectos en el salto poblacional –ficticio- que aparece entre los años 2013/2014 (el “Baby Boom del INDEC” en palabras de Maximiliano Montenegro) y se vuelven comparables las cantidades de personas en las diferentes posiciones respecto del mercado laboral.

[16] Carlos Tomada (Ministro de Trabajo, en cadena3.com, 13/09/14) “Lejos de todas las profecías catastróficas, el empleo se mantiene creciendo; y cada vez hay más empleo registrado”; Kicillof (Ministro de Economía, en Mañanas silvestres, 18/11/14) “El empleo registrado se ha mostrado estable, como el empleo en general”; Norberto Itzcovich (Director del INDEC, en El Cronista, 29/08/14) “en los informes de la Encuesta Permanente de Hogares la cantidad de personas ocupadas alcanzaba 10.994.000 para el segundo trimestre de 2014, un poco más que… respecto al segundo trimestre del año anterior”.