MERCADO LABORAL: OCUPACIÓN Y SALARIOS - IV TRIMESTRE 2013



El gráfico 5 expone la evolución del salario real de los trabajadores registrados del sector privado. GERES lo considera el único de los componentes del índice de salarios que es calculado sobre información completa por parte del INDEC (los estipendios recibidos por parte de los trabajadores informales y de los empleados públicos se estiman mediante aproximaciones menos rigurosas). El mismo registra una caída apreciable en el último trimestre del año: en comparación con el mismo período de 2012, los sueldos perdieron el 1,9% de su poder adquisitivo. Este dato fuerza un cierre de 2013 en el que el salario real resultó estancado (el promedio anual está un 0,1% por debajo del año anterior).

Gráfico 5. Evolución del salario real (empleados registrados). Mensual (01/12=100), enero 2012-diciembre 2013.

Fuente: Elaboración GERES en base a INDEC, inflación GERES (ver capítulo inflación).

Obviamente, para el conjunto de los asalariados la tendencia es lo más preocupante: si en el año el sueldo no varía pero está retrocediendo casi dos puntos en el cuarto trimestre, la aceleración de la devaluación que tuvo lugar a lo largo de este llevó a un diciembre que estuvo un 2,9% por debajo de las anteriores navidades, en lo que sólo es la antesala al desastre de enero/febrero,[11] cuando la devaluación de la moneda nacional pasó de gradual a brusca y la disparada de precios prácticamente no tuvo oposición (todavía no existe el dato de febrero, pero se sabe que en promedio en los meses de enero y febrero de los últimos 3 años se acumula un 2,1% de aumento de salarios respecto a diciembre del año anterior; siendo que la inflación considerada por GERES sólo en enero fue del 4,53% se entiende el problema. De momento, la variación salarial de enero fue de un 1,18% nominal, un retroceso en términos reales del -3,2%).


2. Empleo y desempleo en 2013

En el segundo semestre del año, como se analiza en el apartado correspondiente de este informe y de los números precedentes, se registra un nivel de actividad económica que está por encima de la recesión de 2012. En este lapso se produjo la acrecentada cosecha (de soja) y se flexibilizó el control de importaciones, facilitando así los procesos industriales que dependen de ellas. Esto se refleja en el mercado laboral haciendo que la tendencia que se observara en el informe n°2 se potencia: la tasa de desempleo no solamente detiene su crecimiento sino que el impulso hace que invierta su signo, cayendo al 6,8% en el tercer trimestre (III.trim.12 = 7,6%) y al 6,4% en el cuarto (IV.trim.12 = 6,9%). Se consigna adicionalmente que dentro de la creación de puestos de trabajo, en el tercer trimestre han primado los registrados: hay 121.000 empleados “en blanco” en un marco en que EPH estima en 93.000 la variación en la cantidad de empleados (disminuyendo así levemente la tasa de empleo blue, que pasa del 35,5% al 34,6% -terceros trimestres-). El resultado positivo admite cierto relativismo: un componente de la mejora parece surgir de la disminución de la tasa de actividad, que retrocede del 46,9% y del 46,3% en el tercer un cuarto trimestre de 2012 al 46,1% y al 45,6% en los respectivos trimestres de 2013. Esto posibilita que simultáneamente al descenso del desempleo se registre una baja en la tasa de empleo, y asimismo que proliferen los rumores que afirman que el INDEC está realizando “patrióticos” esfuerzos por encasillar como inactivos a los desocupados. Todos estos fenómenos refuerzan su intensidad al considerar aislado al Gran Buenos Aires.

 

Cuadro 8. Población económicamente activa, empleo, desempleo y subempleo. Tasas y número de personas (miles). Trimestral, I.2012-IV.2013.

Trimestre

Actividad

Empleo

Total

GBA

Total

GBA

I.12

45,5%

47,2%

16.786

42,3%

43,6%

15.610

II.12

46,2%

47,8%

17.057

42,8%

44,2%

15.829

III.12

46,9%

49,6%

17.269

43,3%

45,4%

16.007

IV.12

46,3%

48,9%

17.100

43,1%

45,1%

15.986

I.13

45,8%

47,6%

17.074

42,2%

43,4%

15.781

II.13

46,5%

48,5%

17.313

43,1%

44,9%

16.097

III.13

46,1%

47,9%

17.257

42,9%

44,4%

16.100

IV.13

45,6%

47,3%

17.154

42,7%

44,3%

16.086

Var III.13/III.12 (p.p.)

-0,8

-1,7

-

-0,4

-1,0

Var III.13/III.12 (miles)

-12

93

Var IV.13/IV.12 (p.p.)

-0,7

-1,6

-

-0,4

-0,8

-

Var IV.13/IV.12 (miles)

55

100

Trimestre

Desempleo

Subempleo

Total

GBA

Total

GBA

I.12

7,1%

7,5%

1.176

7,4%

8,6%

1.169

II.12

7,2%

7,7%

1.227

9,4%

11,2%

1.481

III.12

7,6%

8,4%

1.261

8,9%

9,9%

1.474

IV.12

6,9%

7,7%

1.114

9,0%

10,5%

1.459

I.13

7,9%

8,9%

1.293

8,0%

9,0%

1.289

II.13

7,2%

7,6%

1.216

9,7%

11,6%

1.552

III.13

6,8%

7,4%

1.157

8,7%

9,7%

1.456

IV.13

6,4%

6,5%

1.069

7,8%

8,1%

1.314

Var III.13/III.12 (p.p.)

-0,8

-1,0

-

-0,2

-0,2

-

Var III.13/III.12 (miles)

-104

-18

Var IV.13/IV.12 (p.p.)

-0,5

-1,2

-

-1,2

-2,4

-

Var IV.13/IV.12 (miles)

-45

-145

Fuente: EPH-INDEC

El gráfico 6 ayuda a visualizar la dramática situación social que se verifica en la Argentina, que persiste al margen de la mejora lograda en el último semestre y desde la cual se enfrentará el poco auspicioso 2014.[12]

Desagregando los 121.000 empleos registrados de diferencia entre terceros trimestres, se puede observar que confirmando la tendencia de 2013, han primado aquellos que revistan en el sector privado de la economía. El sector público, a diferencia de la comparación 2012/2011, cuando explicaba el 63% de los nuevos empleos, se retrae en términos relativos de esta dinámica (pasando al 48%). El sector servicios (incluyendo al comercio, que se aísla en el gráfico 7) aparece como el principal rubro a la hora de comprender la evolución del sector privado en las estadísticas oficiales. Se destaca asimismo la nula recuperación del empleo formal en construcción, que como es señalado en la sección correspondiente de este informe contrasta con el fuerte crecimiento interanual de la actividad de ese sector.

 

Gráfico 7. Puestos de trabajo, por sector. Variación, en miles, terceros trimestres 2013-2011.

Fuente: Elaboración GERES en base a MECON.

 

3. Hacia el concepto de tasa de argentinos desesperados por el desempleo

El INDEC maneja una definición de “empleado” que está hecha a medida del objetivo de mostrar los datos más bellos posibles sobre este tema tan sensible. La metodología de construcción de estos datos es internacional; la intencionalidad también. Así, bendecida por la OIT, la definición de una persona “ocupada” reza: persona que durante el período de referencia (una semana en la que se realiza la encuesta) realizó algún trabajo de al menos una hora, haya recibido pago (en dinero o en especie) o no por dicha actividad.[13]

Se califica de “desempleado” entonces a la persona que se encuentra en el estado más calamitoso concebible respecto del mercado laboral: aquella que en la semana de la encuesta no haya trabajado siquiera una hora (aunque sea en negro y por un pago mínimo acordado en especie que no se haya materializado), y que haya buscado activamente hacerlo en el último mes. GERES propone ampliar la definición, para comprender cuanta es la población desesperada por el desempleo en el país, calculando el número de personas afectadas por el desempleo según lo entendería una persona común y corriente.

Se tiene para trabajar la base de la EPH del INDEC, siendo que la última disponible es la del segundo trimestre de 2013.

En aquella época, los desocupados en áreas urbanas, sumarían 858.019. Estos datos responden a la cobertura de la Encuesta Permanente de Hogares, que se considera representativa de una población de alrededor de 25,5 millones de argentinos (en el cuadro 9 se expone el valor inflacionado por el MECON a la población total del país, de ahí que aquella cifra sea mayor).

A estos desocupados se propone adicionar:

Los infraocupados. Este concepto se utiliza para diferenciarlo del habitualmente manejado de subocupados, que son aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales queriendo trabajar más. Esta definición engloba casos muy diversos, incluidos aquellos que han trabajado cumpliendo solamente alguna breve changa. El infraocupado aquí se define como aquel que ha trabajado (considerando todas sus ocupaciones) un máximo de 12 horas semanales, un tope medio de 2 horas diarias en 6 días hábiles –y que manifiesta su deseo de estar empleado más tiempo. El criterio de las 12 horas es, a su vez uno que restringe a la tercera parte la exigencia horaria del INDEC. En el segundo trimestre de 2013, se contabilizan en la EPH 405.188 personas en esta situación.

Los ocupados carne de cañón. Dentro de los ocupados, son aquellos que trabajan jornadas de carga horaria muy considerable por un salario que bordea lo infrahumano. El concepto incluye los casos en que el empleado trabaja al menos 30 horas semanales por un salario de menos de 1.350 pesos (constantes del 4to trim de 2012) al mes -10 pesos la hora como máximo, que eran aproximadamente dos dólares al cambio oficial en el momento base. Esto considerando la totalidad de las ocupaciones del ocupado carne de cañón. Se entiende aquí que nadie se aceptaría este tipo de vida laboral sino fuera por tener ante sí (y tras de sí) un panorama claro de desempleo total. Se encuentra (en la base EPH) que existen 740.192 personas en esta situación.

Los desocupados desalentados. El cálculo de las tasas de desempleo y de actividad supone cierta infalibilidad en la generación de la coerción extraeconómica que caracteriza al modo de producción capitalista. Un desempleado sólo es tal si está activamente intentando ubicarse. Varios estudiosos del mercado laboral han señalado la existencia de un segmento de personas que en el período de referencia han desistido de la búsqueda pero no por no necesitar trabajar sino por estar abatidos ante un persistente resultado negativo en este intento. Estadísticamente este conjunto de personas se incorpora a la parte inactiva de la población, cuando bien podrían computarse como desocupados. Existe en la EPH una pregunta que de forma directa interpela al inactivo sobre este particular, al admitirse como causales de la no búsqueda de empleo a “se cansó de buscar” y “hay poco trabajo en esta época del año”. Esta sería una manera de captar a los desocupados desalentados, o a veces llamados “escondidos dentro de los inactivos”. Otra manera es considerar una ampliación del período de referencia para la búsqueda activa de trabajo por parte del entrevistado. Así, también se puede aproximar al total de desalentados considerando a los inactivos que buscaron activamente trabajo en los últimos doce meses. El primero de estos criterios (criterio “A”) computa en la base de la EPH a 27.567 personas; el segundo (“B”) a 206.559.

De esta forma, ampliando la definición incorporando como desocupados a personas que no trabajan ni dos horas por día, a aquellas que están ocupadas solamente por encontrarse en un estado de tal desesperación ante el desempleo que toman empleos con características fuera de toda consideración humanitaria, y a las que se retiran de la búsqueda, se observa que suman entre 2.030.966 (considerando desalentados “A”) y 2.209.958 (“B”); alrededor de 2 veces y media la cifra cruda del INDEC; siempre considerando una población total de 25,5 millones de personas. Mientras que la tasa de desocupación en este trimestre era del 7,2%, se tiene que el concepto de tasa de argentinos desesperados por el desempleo incorporaría al 17,1% (A) o al 18,3% (B) de la PEA.

El cuadro 9 ilustra la evolución reciente de esta tasa. La misma hacia la mitad de 2013 había retornado aproximadamente a su nivel de 2011, si bien mediante un cambio en su composición, sumando infraocupados y disminuyendo el número de los ocupados carne de cañón. Además de la tasa destaca el número de personas afectadas. La EPH se considera representativa de alrededor de 25 millones de individuos en este período, aquí además se aproxima a la magnitud del problema para todo el país inflacionando el dato de acuerdo al criterio con el que lo hace el Ministerio de Economía respecto a los desocupados. En el segundo trimestre se podrían estimar entre 2,9 y 3,1 millones de argentinos en estas deplorables situaciones en lo concerniente al mercado laboral, algo así como 44,5 monumentales llenos de acuerdo a la metodología con la que se construyó el gráfico 6. Como se aprecia en el cuadro 9, las variaciones en este sentido (negativas en la comparación 2012/2011, positivas en la 2013/12) resultan despreciables manteniéndose constante lo fundamental de este gigantesco problema estructural.

Cuadro 9. Argentinos desesperados por el desempleo, según componente. Datos en bases EPH y total del país. Segundos trimestres 2011-2013.

Situación

Trimestre

II.2011

II.2012

II.2013

EPH

Total país

EPH

Total país

EPH

Total país

Desocupados INDEC

858.462

1.229.523

842.171

1.227.272

858.019

1.216.101

Infraocupados

341.954

489.760

421.541

614.300

405.188

574.288

Ocupados carne de cañón

764.923

1.095.553

838.540

1.221.980

740.192

1.049.101

Desalentados A

38.181

54.684

37.534

54.697

27.567

39.072

Desalentados B

187.505

268.552

135.055

196.812

206.559

292.764

Total A

2.003.520

2.869.521

2.139.786

3.118.249

2.030.966

2.878.561

Total B

2.152.844

3.083.389

2.237.307

3.260.363

2.209.958

3.132.253

Tasa A

17,1%

18,3%

17,1%

Tasa B

18,1%

18,9%

18,3%

Fuente: Elaboración GERES en base a INDEC (EPH) y MECON.

 

4. Los jóvenes NENT

No existiendo una nueva base de microdatos desde la publicación del informe de coyuntura n° 2, se reitera la información publicada entonces.

El triste fenómeno de los jóvenes que no estudian ni trabajan es medido como el número de personas de entre 15 y 25 años que no concurren a un establecimiento educativo y no están ocupadas. En el segundo trimestre de 2013, sumaban 887.210 casos, considerando –es la cobertura de la EPH- una población de 25,5 millones de personas. Inflacionando el valor de acuerdo al coeficiente que utiliza el MECON para calcular los desocupados del total de la población argentina, se llega a una cifra estimada de 1.271.000 jóvenes, de los cuales el 63% son mujeres.

Dentro de este grupo NENT, hay 200.948 casos en que la persona declara estar casada o en convivencia y realizar tareas de “ama de casa” en el hogar. El 98,7% de este subtotal son mujeres. Si separamos a estas personas de nuestros cálculos previos, se tiene el fenómeno NENT menos el de ama de casa joven abarca a 983.000 personas.

Recientemente se creó un programa de asistencia social que se afirma tiene a este segmento de la población como objetivo. Se trata del plan “Progresar”, que supone una transferencia de 600 pesos para los jóvenes de entre 18 y 24 años que acrediten un certificado de alumno regular. Comparte con la AUH el lamentable defecto de no disponer de un mecanismo de actualización automático, lo que lo coloca a merced de la inflación y del humor de la clase política (recuerde el lector cómo acabaron los planes Jefes y Jefas de hogar y el penoso desarrollo del “argentina trabaja”, que periódicamente fuerza a que sus beneficiarios realicen medidas de acción directa para que el proceso inflacionario no lo vacíe de sentido). De hecho, desde que fuera anunciado el monto del subsidio ya ha perdido aproximadamente un 8% de su poder adquisitivo.

GERES destaca que el programa Progresar tiene como potenciales beneficiarios a quienes trabajan en la informalidad y a quienes lo hacen en “blanco” pero con un estipendio menor al salario mínimo; por lo que la población potencialmente abarcada es más amplia que el concepto de NENT que aquí se estima.

[11]Desastre (m. Del Prov desastre): Desgracia grande, suceso infeliz y lamentable” (Real Academia Española).

[12] El gráfico 6 cuantifica los desempleados en términos de las personas que colman la capacidad del estadio de River Plate, cifrada la misma oficialmente en 67.664 espectadores.

[13] INDEC: “Conceptos de Condición de Actividad, Subocupación Horaria y Categoría Ocupacional”, disponible en www.indec.gov.ar