RESUMEN EJECUTIVO - I TRIMESTRE 2017



üEn el primer trimestre de 2017 el Indicador Sintético de Actividad GERES (ISAG) registró una disminución del -0,3% interanual (i.a.) y un aumento del 0,7% respecto del trimestre previo, el segundo período consecutivo de aumento en términos desestacionalizados. Si bien desde un punto de vista técnico esto sería indicativo del fin de la recesión, cabe señalar las siguientes cuestiones: 1) La actividad aún no superó el nivel que observaba un año atrás; 2) El incipiente repunte actual se inscribe en un contexto de estancamiento prologando que se extiende desde hace más de cinco años; 3) El mismo se encuentra circunscripto a algunos sectores puntuales, como el agro y la construcción.

üEn lo que hace a la evolución de la industria, según la medición del INDEC la producción cayó un -2,5% i.a. durante el primer trimestre, mientras que FIEL y Ferreres reportaron bajas del -2,7% y del -3,1% i.a. respectivamente. Dicho retroceso de la industria continuó abarcando a casi todas las ramas del sector, con la excepción del rubro minerales no metálicos (+3,8% i.a.), muy ligado a la actividad de la construcción, y la metalmecánica (+1,0% i.a.). La prolongada caída que registra la producción industrial ha retrotraído su nivel a valores de 2007.

üPor el lado de la demanda, el consumo privado continuó disminuyendo significativamente durante el primer trimestre de este año, muy lejos todavía de cualquier señal de recuperación relevante. Las ventas en supermercados retrocedieron un -10,4% y las ventas en centro de compras un -11,3% respecto de igual lapso de 2016, tratándose del quinto trimestre seguido de caída en términos interanuales, aunque a un ritmo menor al manifestado en los trimestres anteriores.

üEl estado depresivo del consumo está estrechamente relacionado con la evolución salarial. El poder adquisitivo de los sueldos, luego de experimentar una rebaja sustantiva durante el año pasado, continuó hundido durante el primer trimestre de 2017: no se ha registrado mejora del salario real respecto de trimestre anterior y aún se encuentra un -3,3% por debajo del primer trimestre de 2016.

üEsta dinámica se verifica en el contexto de un mercado laboral muy deteriorado: mientras que el INDEC contabiliza una desocupación abierta del 9,2% de la PEA -el guarismo para el Gran Buenos Aires es 11,8%- GERES computa una desocupación ampliada de entre 12% y 13%, parte de una tasa total de personas en pésima situación en cuanto a su situación ocupacional que trepa al 35% de la fuerza de trabajo.

üAcicateado por una nueva ronda de incrementos en las tarifas de los servicios públicos, el IPC que calcula GERES cerró con un alza del 28% interanual en marzo de 2017 y en el corriente año acumula una suba de 8,7 puntos porcentuales hasta el mes de abril. La combinación de esta evolución con la baja del tipo de cambio implicó una muy elevada inflación de los precios internos medidos en dólares: +12,2% en el cuatrimestre, acercando la variable a los niveles previos a la devaluación de diciembre de 2015.

üLa inversión bruta interna fija muestra un mejor desempeño que el consumo privado. De acuerdo a la estimación de Ferreres, en el primer trimestre la inversión en equipo durable (sin incluir el rubro construcción) creció un 8,9% respecto de igual lapso de 2016, con un incremento del 7,0% en el segmento nacional y del 10,5% en el importado.

üLas cantidades exportadas se redujeron un -4,0% i.a., debido a caídas en los rubros primarios (-9,3%), manufacturas de origen agropecuario (-9,1%) y combustibles (-2,3%). Por el contrario, las manufacturas de origen industrial crecieron un 9,4%, comandadas por las mayores ventas de automóviles registradas en ese período.

üLas cuentas del Sector Público Nacional acumularon en el primer trimestre un déficit primario de $41.300 millones y un déficit financiero de $90.900 millones. Por el lado de los ingresos, los recursos provenientes del blanqueo potenciaron una suba de los ingresos totales del 41%. No obstante, la recaudación genuina sigue mostrando un débil crecimiento (+27%), explicado tanto por la reducción de los gravámenes (ganancias y derechos de exportación) como por el estancamiento económico. Por su parte, el gasto total se expandió +37% interanual impulsado por el gasto previsional (+41%), la mayor ejecución de obra pública, que aumentó un 44% en marzo, y el fuerte incremento de los intereses de la deuda (+64%).

üEn lo que respecta a los agregados monetarios, la emisión primaria de dinero se contrajo en $ 66.913 millones en el primer trimestre como consecuencia del proceso de esterilización vía mercado de pases y colocación de títulos del BCRA; así, el saldo de la base monetaria culminó el trimestre en $ 754.752 millones. Por consiguiente, a lo largo del período bajo análisis el ritmo de emisión monetaria se incrementó en promedio un +38,9% en términos interanuales y exhibió un ascenso de 10 puntos porcentuales respecto a lo sucedido para igual lapso de 2016; la variación se explicó por el fuerte impulso que registró la base monetaria durante los últimos meses del año pasado debido a las operaciones con el sector público. Así, el retorno del sesgo contractivo en la política monetaria tiene como objetivo morigerar el impacto de la elevada oferta de pesos en los precios, demanda de divisas y tasas de interés.

üEn cuanto al sector externo, continua el desequilibrio de la cuenta corriente cambiaria, debido a la mayor incidencia del déficit por servicios (por turismo al exterior) y rentas, que no llegaron a compensarse por el cada vez más reducido superávit de la cuenta mercancías. En efecto, mientras que el cobro de exportaciones se mantuvo prácticamente en el mismo nivel que el año anterior, los pagos de importaciones se expandieron 13%. Nuevamente, el financiamiento provino en su mayor parte del endeudamiento público en moneda extranjera, que registró ingresos netos por más de U$S 11.000 millones. Por su parte, el sector privado no financiero, reportó una salida neta de U$S 3.477millones, explicada mayormente por la adquisición neta de billetes de libre disponibilidad, componente asociado a la fuga de capitales, que alcanzó a U$S 4.752 millones durante el primer trimestre del año. En este marco, las reservas brutas aumentaron U$S 11.751 millones en el primer trimestre de 2017, un incremento trimestral nuevamente récord, situando su stock hacia fines de marzo en U$S 50.523 millones.

üEn línea con lo observado en trimestres anteriores, se manifiesta un creciente uso del crédito en moneda extranjera para cubrir tanto el rojo de las cuentas públicas como el déficit de la cuenta corriente del balance de pagos y la fuga de capitales. La venta de dólares del tesoro nacional y la suba de la tasa de interés que resultan funcional a este esquema, refuerzan la valorización financiera (bicicleta financiera), en detrimento de la actividad industrial y el desarrollo de las economías regionales.

üEn suma, la economía local apunta a un techo bajo de crecimiento en 2017 (difícilmente supere más del 2% “y monedas” considerando la medición oficial), ya muy lejos de la pauta de 3,5% fijada en la Ley de Presupuesto. Esto significa que, en el mejor de los casos, el repunte previsto para este año apenas podrá compensar la caída de 2016 (-2,3%).

üTeniendo en cuenta el sesgo recesivo de la política económica oficial, la elevada probabilidad de que el gobierno intensifique sus medidas de ajuste luego de octubre, y el contexto económico internacional más arduo que el registrado durante la década K, desde GERES consideramos que cualquier recuperación que se materialice este año estará muy acotada en el tiempo, tratándose más bien de un nuevo repunte parcial en un contexto más amplio de estancamiento prolongado.